Friday, May 15, 2015
buscas piso en estambul?
Wednesday, July 16, 2014
el Ramadán, el mes sagrado de ayuno de los musulmanes,
Ataque contra un bar en Estambul
El caso del tamborilero apuñalado
¿Turco o alemán? Las dos cosas
Susto sobre Estambul tras un concierto de Metallica
Wednesday, December 09, 2009
"Estambul me regaló una novela"JON ARRETXE Escritor
Shahmarán es un ser mitológico procedente del Asia central, medio reptil, medio mujer, con dos cabezas, que simboliza la fertilidad y la sabiduría. Shahmarán (Erein) es también el título elegido por el escritor Jon Arretxe para una novela negra que publica simultáneamente en euskera y castellano.
Pregunta. Es usted viajero y escritor.
Respuesta. No me defino, pero viajo y escribo. Empecé a escribir para recoger las experiencias que había recogido después de viajar durante diez años por la Amazonía, por países africanos o por Asia. Los primeros libros fueron literatura de viajes: crónica cuando el viaje era suficientemente interesante o ficción basada en esos viajes.
P. ¿Por qué dio el paso a la literatura de género negro?
R. Porque me apetecía, sin más. Siempre me ha gustado la literatura negra, los clásicos americanos como Dashiell Hammett o Chester Himes, y los nuevos como Mankell o Donna Leon. La novela y el cine negro siempre me han atraído.
P. Pero empezó introduciendo el componente del humor.
R. Sí, escribí un par de parodias de novela negra. Con la estructura del género, pero con un toque de absurdo.
P. En el salto a la novela negra parece que no rompe del todo con su afición a los viajes.
R. Sí, he aprovechado el poso de escritor de viajes. En los tres últimos libros el lugar donde transcurría la historia no ha sido un encuadre casual. Morto vivace (2007) se sitúa en París. Fatum (2008), en Lisboa. La ciudad es el personaje principal. Y ahora Shahmarán, que transcurre en Estambul y Munich, con continuas referencias al Kurdistán.
P. ¿Qué encuentra de literario en Estambul? Le dedica mucha atención en la novela.
R. Todo, todo. Lo que ves, lo que oyes, lo que hueles al salir a la calle. La ciudad va mostrando personajes, te ofrece las historias. El vendedor de sanguijuelas de la novela existe. Estambul me regaló una novela. Y luego aproveché lo que conocía del Kurdistán y de Munich. Me gusta ver la vida real de las ciudades y plasmarlo en la novela, no inventarlo. Me siento más cómodo cuando escribo de sitios que conozco bien. Me voy allí y escribo parte de la novela en el mismo escenario en el que se desarrolla la historia.
P. De Munich no muestra la cara de la gran capital de Baviera.
R. No, no aparecen las cerveceras o los museos. No son los escenarios donde se mueven los emigrantes turcos pobres. Es el contraste entre una madre que mantiene vivo el orgullo de su origen kurdo y los hijos que se preocupan por sobrevivir. Uno de ellos, matando por encargo.
P. La xenofobia aparece claramente en la historia
R. Sí, un poco de crítica social es una característica de la novela negra. El rechazo a los turcos es claro en Alemania, y en época de crisis más todavía.
P. ¿Por qué cree que está de moda la novela negra?
R. No tengo ni idea. No sabía ni que estaba de moda cuando empecé a hacerlo. Lo mismo me pasó cuando empecé a escribir de viajes.
P. Escribe siempre en euskera. ¿Por qué deja la traducción al castellano en manos de otra persona?
R. Mi primer libro lo traduje yo. Pensaba que estaba impecable y cuando lo leyeron otras personas les daba la risa. No nos damos cuenta de los vasquismos que utilizamos. Es mejor dejarlo en manos de profesionales que lo van a hacer mejor.
P. Pero este libro aparece simultáneamente en euskera y castellano.
R. Sí, la tirada es un poco mayor en euskera. El público euskaldun ya me conoceTuesday, April 14, 2009
Los balnearios del Detroit turco Bursa. Cabeza de la ruta de la seda
Resulta, en efecto, un tanto agobiante el impacto que recibe el visitante al desembarcar en una ciudad que lucha por convertirse en sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018. Los vehículos circulan con dificultad -por decirlo de alguna manera- por un lugar de estrechas calles, aunque acogedoras, atestadas de escaparates en los que golpean a la vista la gran cantidad de vestidos de novia y prendas de llamativos colores. A su lado compite el penetrante olor de las cafeterías y las pastelerías, con tentadoras pastas de té y las suculentas castañas escarchadas típicas de la zona, irresistibles para los golosos.
Roscos patrióticos
Es difícil no toparse con vendedores ambulantes que ofrecen roscos de sésamo con banderas turcas -la exaltación nacionalista es máxima- o con uno de sus múltiples restaurantes kebabs, donde venden el bocadillo del mundo árabe. Eso sí, con pan de pita. Pero en esta región hay que probar el 'iskender kebap', con finas tiras de carne de cordero y salsa de tomate. El visitante siempre encontrará uno; da igual que se mueva por la ciudad nueva o por la fortificada urbe antigua.
Y es que hay dos Bursas. La parte amurallada deslumbra en lo alto de una colina desde la que se descubre toda la ciudad. Se asientan los mauseleos de los dos primeros sultantes del imperio otomano, dos pequeños recintos en el que se conservan sus restos y el de su corte. También el castillo y la imponente torre del reloj, de 33 metros de altura y con 89 escalones de madera, llaman la atención en esta especie de parque por el que pasean los adolescentes con sus uniformes escolares propios de las universidades americanas.
En el resto del municipio se mezclan el pasado y el presente. Delante, por ejemplo, del mercado de la seda Koza Han (1491) y de la Gran Mezquita Ulu Camii (finales del siglo XIV) han plantado un McDonalds. Efectos de la globalización actual. Porque hubo otra. Esa época en la que esta ciudad crecía como uno de los principales centros de la Ruta de la Seda, ubicada en su extremo más occidental. «Éste era el centro mundial del comercio. Venían mercaderes de todas partes», proclama el guía local Nihat Tinik.
Conservado a la perfección, este recinto, de dos plantas cuadradas y con una especie de patio interior en el que se construyó una pequeña mezquita para que los comerciantes árabes oraran, guarda el atractivo de aquellos tiempos. Ahora no hay puestos, sino tiendas en las que se puede comprar todo tipo de prendas de seda: corbatas, pañuelos, camisas... Con una amable sonrisa, los comerciantes suelen ofrecer té (o café, siempre sin leche) y pastas al visitante, una proposición que se magnifica cuando se cierra una transacción. Entonces, idolatran al comprador como hicieron con la reina de Inglaterra cuando les visitó en octubre. Momento histórico que reflejan las fotografías que compiten con el colorido de los atractivos escaparates.
La Gran Mezquita, en la misma explanada, vigila el mercado. Es otro mundo. Un lugar de recogimiento. A las doce, una de las cinco horas de rezo, una multitud -la mayoría hombres, aunque este recinto posee una zona reservada para mujeres- se aproxima a la mayor mezquita de Bursa, con capacidad para dos mil personas y muestra de las primeras construcciones otomanas. Su gran aforo provocó que en el centro del recinto -formado por veinte cúpulas- se habilitara una fuente para purificar el ambiente y evitar una sensación de ahogo y pesadez en el aire (se consigue a medias). Cuenta la leyenda que el sonido del agua es uno de los preferidos en el islam. Hay otros dos: el del dinero y el de las mujeres.
Nieve y baños termales
Éste es sólo uno de los múltiples centros de oración que salpican cualquier ciudad del mundo árabe. Todas se distinguen por sus minaretes, desde donde se llama a los fieles. Y en la parte antigua de Bursa también luce la Mezquita Verde, que quedó inacabada por los problemas económicos que padeció el sultán Mehmet I en el siglo XV. En su interior aún se pueden ver las marcas que dejó el terremoto que destruyó parte de la ciudad en 1855. Su nombre se debe a su color, una tonalidad predilecta en el mundo musulmán y que deslumbra en los bosques que rodean la ciudad. El verde inunda las montañas que rodean este enclave, como el parque nacional del monte Uludag, candidata a acoger los Juegos de Invierno de 2018,o el color de su equipo de fútbol -con un estadio que parece una plaza de toros, redondo, y con una decena de tiendas de alquiler de coches en los bajos-...
Este color es su marca. Como en el futuro serán los hoteles termales y el esquí. Complejos en los que en lugar de sol y playa se disfrutará de la nieve y los baños relajantes. Ya existen varios balnearios con spa y todo tipo de actividades en las que el agua toma su máximo protagonismo. Pero Bursa quiere más. Y para ello invertirá una ingente cantidad de dinero. Con esta meta, y con la de limpiar su aire, ése que han contaminado los coches de los que ahora vive.
Monday, February 09, 2009
Podría circuito de Estambul quedar fuera de la Fórmula Uno para 2011
El Financiero en línea
Estambul, 8 de febrero.- El circuito de Estambul podría quedar fuera de la temporada de Fórmula Uno a partir de 2011 debido a los problemas entre la organización de la pista y el presidente de la categoría, Bernie Ecclestone.
El mandatario de la máxima categoría del deporte motor señaló que la falta de pago de la renta del circuito obligaría a pensar en otras sedes pese a que el contrato expira dentro de dos años.
Ante esto, Can Guclu, director general de la pista turca, mencionó que se debe llegar a un acuerdo de forma rápida en busca de alargar el contrato para mantener a la ciudad como sede de la Fórmula Uno.
"Tememos que 2011 sea el último año que habrá Fórmula Uno en Estambul. Si queremos que el Gran Premio siga en el calendario, tenemos que empezar a trabajar de inmediato. No podemos empezar a negociar para la carrera el último año de contrato", indicó el directivo al diario local Zaman.
En caso de que el Gran Premio de Estambul quede fuera del calendario de Fórmula Uno, existen tres países interesados en albergar un "gran circo" como Bulgaria, Corea del Sur y Rusia.
En la temporada 2009 que arrancará el próximo mes de marzo, Estambul recibirá la competencia del 5 al 7 de junio. (Con información de Notime
Friday, July 18, 2008
SOCIEDAD ESPANOLA: LA GENERACION MILEURISTA
De Wikipedia, la enciclopedia libre
El neologismo mileurista (surgido a partir de mil euros) se aplica para definir a una persona perteneciente a la generación nacida en España entre 1965 y 1985 (aproximadamente) y con unos ingresos que no suelen superar los 1.000 euros al mes (según el Instituto Nacional de Estadística, el salario medio del asalariado español es de 1.538,17 euros brutos al mes (1.703,87 euros al mes para los que trabajan a jornada completa)[cita requerida]).
Además de a la situación económica, el concepto se refiere a la alta formación académica exigida, pues con frecuencia para ser mileurista suele ser necesario tener estudios superiores incluidos los de máster, postgrado, e idiomas, todo ello en un mercado laboral que evidentemente no compensa dicha preparación.
NUMERO DE AFECTADOSSegún Europa Press,[1] basándose en datos de la Agencia Tributaria del año 2006 recogidos por los Técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda (Gestha) Existen casi 11 millones de personas que ganan menos de 13500 € brutos anuales, es decir, menos de 1100€ al mes, lo cual supone el 58% de los asalariados.Las comunidades autónomas con más mileuristas serían por este orden, Extremadura, con casi el 70% de la población, Murcia con el 67% y Andalucía con el 64%. Por encima del 50% se encontrarían Canarias, donde el 65% de sus asalariados son 'mileuristas', seguida de Castilla-La Mancha (60,6% del total), Galicia (60,6%), Baleares (60,3%) y Comunidad Valenciana (60,3%). La comunidad con menos "mileuristas" es, según Gestha, Ceuta, con el 45%.
El mileurismo como fenómeno sociológico El Mileurismo, refiriéndose a una corriente sociológica más que a un tramo concreto de renta, es una palabra que fue empleada por la escritora española Espido Freire, quien ha escrito dos libros sobre la situación socioeconómica de la juventud española después de la Transición democrática que describe el vocablo. El primero fue Mileuristas: cuerpo, alma y mente de la generación de los 1000 euros (Barcelona: Editorial Ariel, 2006).
Espido Freire define a los mileuristas, más que por sus ingresos alrededor de los mil euros al mes, como
El conjunto de españoles de entre 25 y 30 años con formación superior, que desempeñan trabajos por debajo de su capacidad, que vuelcan buena parte de sus expectativas vitales en el ocio, se interesan por la cultura en sus formas más modernas y son pasivos y protestones. Pertenecen a la generación más preparada de la historia de España. Rondan la treintena, son universitarios y saben idiomas. Pero los bajos sueldos, la sobreabundancia de titulados y los cambios sociales les han impedido llegar a donde pensaban llegar. Comparten piso; no tienen coche, ni casa, ni hijos y ya se han dado cuenta de que el futuro no estaba donde creían. Es el equivalente español de los llamados JASP, "Jóvenes aunque sobradamente preparados". Universitarios, se encuentran en un mercado sobresaturado de universitarios. Con poco más de mil euros deben sostener una vida de adultos, por lo cual no pueden permitirse hijos ni relaciones estables, comparten piso con otros mileuristas y, aunque están mejor formados que sus jefes y saben idiomas y manejan instrumentos informáticos que éstos no conocen, son sistemáticamente ninguneados y despreciados por estos y no acceden a puestos de superior retribución. No se comunican por los habituales medios de comunicación de masas, sino por internet o móvil, medios que sus jefes no valoran e ignoran, son individualistas y carecen de conciencia de clase social. Son víctimas de hipotecas abusivas y emplean casi todo su dinero en el ocio.
Tuesday, April 01, 2008
A threat of turmoil in Turkey
TURKEY edged towards prolonged political and economic turmoil on Monday March 31st after the country's most senior court unanimously agreed to consider a case calling for the banning of the ruling Justice and Development (AK) party and for the prime minister to be barred from office.
The decision by the Constitutional Court could lead to a dangerous escalation in tensions between the AK party, with its roots in Islam, and its secular detractors in the army and the judiciary, who accuse the party of leading the country towards sharia rule.
In a 162-page indictment AK is accused of becoming “a centre for anti-secular activities” and the prosecutor calls for 71 of the party’s officials, including the prime minister, Recep Tayyip Erdogan, to be banned from politics for five years. The court, which is dominated by secular judges, voted without exception to consider the case. A majority of the judges also agreed to hear similar charges against the president, Abdullah Gul.
Mr Gul, who began politics in an overtly Islamist party, said the decision came as no surprise and promised to “carry on with business as usual.” The first signs of the case came at the start of the year after AK set out to ease a strict ban on the wearing of Islamic headscarves in universities. That provoked uproar among secular university rectors, who called it an assault on Ataturk's republic. It was cited as evidence in the prosecutor’s indictment along with various comments made by Mr Erdogan when he criticised restrictions on religious garb.
Turkey has shut at least four pro-Islamic parties since 1970. AK was formed by a group of moderate Islamists led by Mr Erdogan who came to power five years ago pledging to lead Turkey into the European Union. During its first term AK enacted a raft of radical reforms that persuaded EU leaders to open long-delayed membership talks. These, along with a strong economic record, helped AK to return to office last year with an increased share of the vote.
Western observers say the case against AK is unabashedly political and could further dampen Turkey's hopes of joining the EU. “In a normal European democracy, political issues are debated in parliament and decided in the ballot box, not in the courtroom,” said the EU's enlargement commissioner, Olli Rehn.
The case may be an act of desperation by an old guard whose power is waning as EU-inspired changes take hold. Most obvious among them is the army, which has long tried to dictate policy from behind the scenes. The generals suffered a humiliating defeat last year when a campaign to prevent Mr Gul from becoming president backfired. Fearing that Mr Gul would rubber stamp AK-inspired laws, they went as far as to threaten a coup. Judges weighed in on the army's side and Mr Gul was forced to withdraw after the Constitutional Court upheld opposition claims that parliament lacked a quorum during a first round of balloting.
But AK's big electoral win allowed Mr Gul to revive his presidential ambitions and to claim the post in a fresh vote. Meddling by the army probably helped to bolster AK's ratings. A defiant Mr Erdogan has predicted that efforts to ban his party will have the same effect now. In any case, most outlawed parties resurrect themselves under a new name. So why bother trying to ban AK? Some pundits speculate that, rather than closing the party, the court will bar Mr Erdogan and a few of his lieutenants from politics. Without its charismatic leader the party would disintegrate, allowing the secular opposition to seize power again.
But things may not be that simple. Mr Erdogan is threatening to tweak the constitution to make it harder to ban political parties. He would then seek a referendum on the changes. Opposition leaders give warning that such “provocations” would lead to more tensions. AK officials counter that the greater risk is if their disgruntled supporters disregard Mr Erdogan's appeals for calm and take to the streets. Violence might ensue. Either way, Turkey's future is looking decidedly more unsure.